Toda cicatriz tiene su historia , y cada día que pasa te acompañan algunas más.
Compañeras de viaje, íntimas amigas,
ellas conocen tu peor tú, conocen ese odio y esa maldad que corre por tus venas y drena de sangre hasta empapar el mas mínimo recoveco de tu ser, también conocen a esa niña tierna que se esconde tras esos tacones vertiginosos y ese maquillaje que usas. Esa niña que tiene miedo, esa niña que pide a gritos amor y cariño, esa niña asustada, que se esconde detrás de esa actitud implacable y esa mirada inhumana que crees tener.
Ellas han celebrado tus más alegres victorias y te han consolado en tus más amargas derrotas,
Toda cicatriz tiene su historia, que es tu historia plasmada en miles de pequeñas marcas que nadie más ha podido descifrar...